jueves, 19 de septiembre de 2013

Momento de reflexión

Cuando trabajé como bibliotecaria en un jardín de niños, mi tarea era recomendar un libro a todos los niños,  empezaba por supuesto por recomendárselos primero a los papás para que se los leyeran a los niños que eran los lectores más asiduos.
Me gustaba mucho unir los deseos y necesidades bibliográficas de los pequeños utilizando la promoción de la lectura.
He podido constatar que en las escuelas se enseña lenguaje más no precisamente literatura, está presente el lenguaje, la significación y la comunicación en todos los discursos tanto orales como escritos.
La literatura es el arte del lenguaje oral o escrito y creo que como arte es el uso más acabado y complejo de cada lengua o lenguaje, por eso es utilizado en la escuela por ser la máxima expresión que se puede encontrar en el lenguaje, al tener precisamente, una expresión estética.
Por lo menos creo que hace algunos años esto es lo que se enseñaba en las escuelas, al menos en mi época escolar,  la literatura era enseñada como la máxima expresión, como la mejor manera para hacer un buen uso  del lenguaje, la manera de hablar bien. Sin embargo, creo que la literatura no solo sirve para hablar bien o para enseñar un buen uso del lenguaje, también tiene dimensiones éticas, históricas y hasta científicas.

La literatura y la lectura son factores de formación permanentes del maestro culto. La literatura, al representar el escenario del proceso educativo y en especial de la formación, procura e inspira experiencias docentes cotidianas. La lectura, a su vez, permite formar para la autonomía y la libertad. (Pedagogía y Literatura, Ruben Darío Hurtado y Juan Leonel Giraldo S. )

La literatura no cumple una función puramente estética, también permite conocer otras visiones del mundo, al ser uno de los discursos más elaborados.
La enseñanza de la literatura constituye hoy un reto que se debe ubicar en un contexto histórico y cultural desde donde vemos emerger discursos sobre diferentes campos que se caracterizan por su variedad y ambivalencia.
Vigotsky en su modelo sociocultural de educación, nos dice que como sujetos no recibimos la influencia del medio de manera pasiva sino que la vamos reconstruyendo, y como docentes por medio del lenguaje tendríamos el papel de mediador que nos permitiera acercar a nuestros alumnos a la literatura de una manera más amena, permitiendo que se dieran opiniones o que hicieran un final alterno sin modificar la versión original, imaginando que pasaría en el texto si se modificara o se quitara alguna parte de éste.
Me apasiona el asunto de la reflexión y creo que ésta sería una parte que yo pondría en mi experiencia docente.

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